era una
tarde invernal la que decidí caminar por la playa, que esperaba el ocaso de un
nuevo día, transmutando sus colores.
de
repente, del sol, surge una lucesita, que flotando en el aire se dirige hacia
mí, que estupefacto caigo de rodillas en la arena mirando al mar.
la luz
me habla: - hola niño.
-
no soy un niño, soy un hombre.
-
para mí eres un niño… mi niño.
creí
que estaba volviéndome loco. al fin y al cabo estaba conversando con una luz
que me asustaba y seducía. temblando sonreí y me levanté: - quién sos? qué sos?
-
yo soy tú. soy tu miedo y tu esperanza. soy tu nacimiento y tu muerte.
soy tu voz. soy tu luz. yo soy tú.
-
pero no saliste de mí, saliste del sol.
-
solamente tú me viste salir del sol.
-
qué querés de mí?
-
yo no quiero nada, tú quieres.
-
qué es lo que yo quiero?
-
no lo sabes? tú acaso no quieres enamorarte destruyéndome?
-
y yo no era tú?
-
exacto. si quieres enamorarte tienes que destruirte. amar es un
desafío.
-
vos sos mi amor?
-
no, yo soy tú…
mi
cuerpo ya no temblaba. el miedo se había transformado en curiosidad. sentía
paz, sentía tranquilidad. la luz no solamente me iluminaba, también me daba
calor. cerré mis ojos y sentí su brillo. los abrí y ella, o él, o eso, aún estaba allí… no allá. estaba allí.
-
qué querés hablándome luz?
-
yo no te hablo, tú estás hablándote a ti mismo, mediante mi voz, que
es la tuya.
-
entonces, cómo puedo enamorar a la mujer que amo?
-
ah! eso no puedes. sólo puedes aceptar tu enamoramiento. pero, no
puedes forzar a una persona para que te ame.
-
pero, yo creo que la amo.
-
si no estás seguro es que no la amas. sino que amas lo que ella te
hace sentir.
-
eso no significa que la amo a ella?
-
no, significa que amas lo que eres a su lado, no que la amas a ella.
si la amaras a ella, adorarías su ausencia.
-
es que la extraño.
-
mentira! extrañas tu imagen a su lado. a ella no la extrañas ni la
amas. tú amaste un instante en el tiempo, y eso a veces es muchísimo.
la luz
se intensificaba hasta casi cegarme, inmediatamente se atenuó y su voz se
alejó.
-
no te vayas luz. quiero que me ilumines.
-
tú no me verás, pero yo siempre estaré dentro de ti.
-
y si no te veo, como sabré que estás en mí?
-
acaso ves el aire que respiras? confía en tu corazón.
-
yo confío en mi corazón, no confío en el corazón de ella.
-
entonces no confías en tu corazón. para que ella te ame, tienes que
escuchar su voz, no solamente la tuya. ahora me voy.
-
ella me ama?
-
eso es algo que debes sentirlo tú mismo.
-
cómo lo sabré?
-
nunca lo sabrás, solamente lo sentirás.
-
cuándo?
-
cuando no me veas, cuando únicamente veas la luz que hay en ella.
-
pero ella no ve mi luz.
-
si ella no la ve, es que tu luz no ilumina su amor. el amor es luz…
me llamo sebastián, tengo 11 años y soy el
mayor de mis hermanos, mario, alicia y daniel. aunque es relativo decir que soy
el mayor, porque si bien fui el primero en nacer, mis padres ruben y dahiana de
primera tuvieron cuatrillizos.
hoy salí a caminar por la rambla. es increible
las cosas que uno ve en la noche; las cosas más extrañas e inimaginables, que
la luz del sol siempre oculta.
cuando pasé frente a la rueda gigante una
patota comenzó a insultarme y tirarme piedras, aunque no se porque. hay gente
que dice que es por política. los políticos por mí nunca hicieron nada.
cuando llegué a casa me puse a llorar. por qué
la gente me odia?
papá murió, mamá está viejita y mis hermanos
fueron separados de mi lado al poco tiempo de nacer. me siento solo y cada día
tengo miedo que la gente se divierta pegándome. por qué los humanos son tan
sádicos?
bueno, tengo sueño. creo que lo mejor será
dormir un poco y olvidarme de las cosas que me pasan día a día. ahora lo único
que quiero es ir a mi cucha, encontrar un hueso y la leche que siempre me dejan
y mañana ver a quica, la caniche de enfrente que me gusta desde hace tanto
tiempo.
hoy el día amaneció nublado. en el informativo
dijeron que no llovería, pero que sí estaría nublado. por qué los meteorologos
siempre aciertan cuando anuncian tiempo malo?
me hice un mate, prendí un cigarro y arranqué
a la parada de cuchilla grande y domingo arena a esperar el 5. aunque si le
contara esto a un joven le tendría que decir que fui a la parada de josé
belloni y domingo arena a esperar el 505. lo que sucede es que mi hablar diario
es anticuado.creo que es una forma de revelarme ante el paso del tiempo.
cuando llegué no noté nada en especial,
personas y más personas esperando las distintas lineas de ómnibus y las mismas
caras de aburrimiento y ansiedad en en todos y todas.
prendo otro cigarro, maldito vicio. algún día
dejaré de fumar, eso espero.
de repente, oigo que una mujer llama a su hijo
ulises. me sorprendió, ya que no es un nombre común, y además es mi
nombre. cuando giro instintivamente la
reconozco, era lidia, mi mejor amiga en la niñez y adolescencia, y como suele
suceder a esa edad, mi amor imposible. ella no me vio. agarró a mi tocayo de
apróximadamente 3 años en sus brazos y se acercó a un hombre flaco, que supongo
sería su marido.
las imágenes venían a mi mente, se iban y
volvían. algunas ya las habia olvidado. no en vano habían transcurrido 20 años,
desde que la vi por última vez. fue en su cumpleaños de 15. yo había planeado
decirle que estaba enamorado de ella, pero, en un momento la vi de la mano con
un chico a quien nunca había visto en mi vida. quedé petrificado, y cuando
reaccioné, bajé la cabeza y salí del salón comunal llorando.
al día siguiente me fui a buenos aires, a la
casa de mi tío jacinto. allí viví 10 años, y cuando volví a piedras blancas, me
enteré que lidia se había casado y mudado al prado.
nunca más la vi… hasta hoy.
a lo lejos veo un bondi verde. venía el 5 (ó
505) se hace una cola para subir al ómnibus. yo me pongo al final. quería verla
unos segundos más, ya que no sabía si la vida me daría otra oportunidad para
verla.
cuando pongo el pie izquierdo para subir, la
miro y ella me ve. jamás podré olvidar la cara de asombro. volteé la cabeza y
subí. saco el boleto, me siento y miro por la ventanilla. lidia no me había
sacado los ojos de encima. inmediatamente me saltaron las lágrimas. cubrí la
cara con mis manos pero ya era tarde, ella me vio. el ómnibus arrancó. hacía 20
años que no lloraba por lidia.
me desperté sobresaltado. lo que sucede es que
tuve un sueño muy raro, soñé que estaba con mis padres y un primo en un fuerte
que se incendiaba. entonces venía un indio a caballo y nos hablaba en un idioma
ininteligible.
bueno, eso no es tan extraño, lo raro fue lo
que me sucedió al despertarme: estoy sentado leyendo un libro de sigmund freud,
cuando de repente siento una presencia atrás mío. lentamente muevo mi cabeza sobre mi hombro izquierdo,
pero no había nadie ni nada. rápidamente giro mi cabeza y miro sobre mi hombro
derecho, y nada tampoco. me asusto y me
levanto. nuevamente miro para atrás en ambas direcciones, cada vez más rápido.
comienzo a girar sobre mí mismo, más y más, hasta que me mareo y caigo. unos
duendecitos aparecen de la pared y me atan los pies como a gulliver. quiero
levantarme pero me agarran de las manos y también me las atan. inmóvil grito
que me dejen en paz, y en ese momento las cuerdas de mis manos se rompen. miro
arriba y veo un cíclope de unos 3 metros de alto. con un dedo rompe las
ataduras de mis pies. los duendecitos salen corriendo y el cíclope los aplasta
con sus manos y pies. el susto no me deja mover. el cíclope me agarra del
cuello me tira contra la pared. caigo al
piso con un intenso dolor en la nuca y me agarra de nuevo, para tirarme otra vez
contra la pared. como puedo salgo corriendo y el cíclope al atravesar la puerta
explota.
quedo tirado en el piso, mirando el cielo
celeste, pero entonces las nubes comienzan a teñir el cielo de gris, cada vez
más. tapan el sol y el cielo cae sobre mí. intento protegerme con las manos y
lo logro por unos segundos. pero el cielo me aplasta. se levanta un poco y me
aplasta repetidamente, hasta que fugazmente se levanta y las nubes se comprimen
para dejar lugar, otra vez al cielo celeste.
entro a mi casa y me apoyo en la pared, pero
la atravieso y caigo en ella. grito, pero nadie me escucha. estoy solo en casa.
no sé como, la pared me expulsa y caigo de rodillas en el living. debajo del
sillón aparecen unos zombies que me rodean. comienzo a pegarles pero ellos
siguen como si nada. me abrazan y espero mi final. entonces, del techo caen
rayos sobre los zombies que quedan como una televisión en un canal neutral y
después se esfuman en nubes de gas.
exhausto me arrodillo. del suelo emana agua y
mi casa se inunda. mi cuerpo flota al llegar al techo me golpeo violentamente.
mi nariz se quiebra, pero inmediatamente se sana. surge fuego de las paredes y
el agua se evapora. mi cuerpo se incinera. me arde todo, pero no me quemo.
mis manos se mueven violentamente y me golpeo
los hombros con los brazos cruzados. mi cabeza tiembla y no la puedo controlar.
inmediatamente todo mi cuerpo entra en una convulsión. no puedo controlar mi
mente y un deja vu no me abandona. todo esto ya lo viví, aunque no sé si lo
viví o lo imaginé.
me levanto y me doy contra la pared. no lo
puedo controlar. qué me sucede? esto no puede ser cierto. es mi mente la que
crea estas imágenes, pero no las puedo controlar. trato de calmarme y debo
calmarme.
de repente, suena la alarma de mi celular. es
mediodía y debo ir a trabajar. tengo que salir de esta casa ya. debería
bañarme, pero no voy a hacerlo, ya que si sigo aquí, puedo sufrir otra de estas
malditas alucinaciones. donde está mi laptop? debo ir al consultorio. al fin y
al cabo soy un psiquiatra y mi última pacienta hoy es daniela, esa morocha que
tanto me tranquiliza verla.
una vez leí que; “el amor verdadero es el
primero”. creo que algo de cierto tiene esa frase.
nací en el campo, y allí fue donde conocí a
doroteo. él fue mi primer novio, aunque no sé si llamarlo así está bien. más
que novios éramos amigos y entre nosotros lo único que hubo, fue un inocente
beso en una noche veraniega. pero ese recuerdo resultó ser indeleble.
al poco tiempo nos mudamos a montevideo. allí
hice 5º y 6º de escuela y posteriormente el liceo, donde conocí a esteban. el
hombre que marcó mi vida, pero no para bien. con el tiempo quedé embarazada de
él y tuve a guzmán, un hermoso niño rubio de ojos verdes.
esteban era el hombre de mi vida, o al menos
eso creía. pero después de 5 años de matrimonio, descubrí que me engañaba con
una compañera de su trabajo, una tal marcia. me separé de él y luego me
divorcié, a pesar de todas las promesas y excusas que le escuché decir. ya le
había perdido la confianza a esteban, y eso no se recupera nunca.
no sé cuantos, pero varios años después conocí
a humberto, un ingeniero agrónomo que me hizo recordar mi niñez en campaña, y
me dio esa solidez económica que tanto ansiaba para mi hijo y para mí.
al principio todo fue como una luna de miel, y
al pasar del tiempo, todo cambió. su machismo exacerbado se agigantó y me
golpeó una y otra, y otra, y otra vez. no sé cuantas veces fueron. pero yo no
me separaba de él, porque su dinero me protegía de otras cosas. me sentía una
prostituta, pero, acaso la solidez económica no era lo que deseé toda mi vida?
no. lo que más quería era un hombre que me amara, y quien te golpea, quien te
trata mal, no te ama, más bien te domina. al fin comprendí que debería buscar
el amor por otro lado, y me separé de humberto.
una noche caminando por la calle me encontré
con raúl. él era un amigo de esteban desde la adolescencia. cuando lo vi me
puse muy contenta, y después nos empezamos a ver cada vez más seguido. una
noche lo cité en mi casa y le dije que estaba enamorada de él. esa noche
dormimos juntos, pero no tuvimos sexo. solamente dormimos abrazados. con el
correr de los días me empecé a vengar de él por lo que me habían hecho mis
parejas anteriores y puse a mi familia en su contra. sé que raúl no tenía la
culpa de que yo no fuera tan valiente para verme en el espejo. pero eso lo
aprendí con el paso del tiempo.
el tiempo pasó…
mi último hombre fue mariano, con quién me
casé en segundas nupcias hace 15 años.
mi hijo guzmán no me habla más, desde no sé
hace cuantos años. yo me puse en contra de su novia, y él la eligió a ella.
como siempre guzmán nunca me hizo caso.
la vida con mariano es un martirio. siempre
discute conmigo por todo y parece que nada de lo que hago o no hago le cae
bien. pero prefiero eso a quedarme sola. odio la soledad.
hoy recuerdo con cierta nostalgia a doroteo y
rául. ellos fueron los únicos hombres que me quisieron. con doroteo me separé
porque mis padres se mudaron a montevideo. con raúl no sé porque. actualmente
no sé si está vivo o muerto. sólo sé que un día discutimos por teléfono y nunca
más lo volví a ver.
hoy tengo 83 años y la vida se me fue muy
rápido. quizás si volviera el tiempo atrás haría las cosas de otra manera, pero
eso es imposible. lo único que nos queda al final del camino… son los recuerdos, y como aprendí hace ya
mucho tiempo, cada decisión tiene su consecuencia.
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